“Toma mi chaqueta porque mañana al amanecer nos fusilan”

Siempre he sido un soñador, un idealista, lo se, lo asumo.
Quizas por eso no alcanzo a comprender como hay gente sin corazón; hoy estaba leyendo aquí la historia de Francisco Merino Osuna, una de muchas, una historia de un pobre chico al que fusilaron, uno de tantos.

Pero lo mas triste de la historia, por lo menos para mi, es que, terminada la guerra, paseara por una calle y una persona (si es que merece llamarse así) que se cruzo con el le dijera  ¡ rojillo, a ti tenia yo ganas de verte¡” llevándolo a sabiendas a la pena de muerte, ¿se puede odiar tanto a alguien? ¿se puede tener tan poco corazón? ¿tanta afrenta le haría si hubo? ¿o tanto le ofendía su condición (supongo por ser rojo)? ¿como para llevarle a la muerte con 23 años y dejar una viuda y un niño sin padre?

Lo mas triste es que observo a diario a personas así, quizás no matan porque no se dan las circunstancias, pero hacen todo el daño que pueden sin la menor compasión, amparándose en cualquier disculpa fundada o no. Si hubiere un dios, que les perdone.